Promesas bilaterales.
Dijiste que en tres años me escribirías,
que cuando leyeras los libros que te regalé vendrías a
contarme las historias.
No estabas bien y esperabas
estar mejor.
En abril se cumplen los años.
Ya compré dos libros más, de esos que te gusta leer.
Quizá necesites más tiempo.
Yo sigo con el mismo número y viviendo en el mismo lugar.
No se ha ido la sensación
que causa recordar tus humanos
detalles.
Tus desaires, tus ánimos variados, tus tristezas y melancolías,
las ideas que cruzaban por tu mente,
la pasión en tu piel que despertó la mía.
Dar fin a la esperanza me liberaría,
pero con solo pensar en ello me desanimo.
Quizá conté mal el tiempo que ha transcurrido
volveré a contar para
verificar no me esté equivocando:
te espero desde abril
2020,
inicio de pandemia,
cuando empecé a saber más de vos
y la de tus verdaderos
besos.
Tus ojos aún están en mi mirada.
Mi mente no te ha eliminado como una bella posibilidad.
Aletheia – Febrero 2024 Adriana Silvera.
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